viernes, 29 de enero de 2016

Poesía-ciencia ficción: De García Lorca a Gonzalez Heaynes


iniciocultura
28/01/2016 18:53literatura




Juan Rapacioli


Un viaje poético por las mutaciones de la especie humana

"¡OH MITOCONDRIA!", EL PRIMER POEMARIO DE RITA GONZÁLEZ HESAYNES, COMPONE UNA VOZ QUE VIAJA POR UN UNIVERSO EN CONSTANTE EXPANSIÓN DONDE LA MITOLOGÍA, LA BIOLOGÍA, LA FLORA Y LA FAUNA CONFIGURAN UN CUERPO EN MUTACIÓN QUE ADOPTA DIVERSAS FORMAS, LÍRICAS Y FILOSÓFICAS, A TRAVÉS DE LA GALAXIA.





Publicado por Añosluz Editora, el poemario establece un intenso vínculo entre el mundo animal, el vegetal y la galaxia, a partir de un trabajo con el cuerpo humano que se transforma bajo la inmensidad del universo a través de la relación con todas la especies.

De Lord Byron a T. S. Elliot, de Lorca a Olga Orozco, González Hesaynes retoma a los clásicos para leer a los contemporáneos, dialogando con otras poéticas que exploran la relación de lo humano con la galaxia, el tiempo y la naturaleza, como las obras de David Bowie y David Cronenberg.

En diálogo con Télam, González Hesaynes (Azul, 1984), poeta y licenciada en Letras, dijo que pensó el libro a partir de dos tipos de relaciones: "de identidad y de desarrollo. De identidad porque toda forma de existencia es parte y ramificación del mismo proceso de división que comenzó en el inicio de los tiempos, con el Big Bang".

"De desarrollo -continúa- porque una cosa lleva a otra: porque existe el Tiempo las estructuras de la materia se han transformado hasta el surgimiento de la vida y su evolución y, porque hay evolución, las formas de vida devienen en distintas especies, que pueden 'complejizarse' o incluso extinguirse".

También sostuvo que el lenguaje ha seguido una trayectoria similar: "La galaxia, el mamífero, la plantita, son personajes (o células) de una misma historia a la que llamamos Universo".

"Antes del final hay una serie de poemas que se ocupan del mundo humano en sus distintas etapas criaturales (infancia, adolescencia, juventud, madurez). En esa parte se concentra la mayor ingenuidad, la melancolía, el pasatismo, pero también la fuerza de la fantasía", define la poeta.

Y considera que "es difícil ahondar en el humano sin hacer hincapié en ciertas pequeñeces que, muchas veces, ocupan el centro de la vida. Somos esa pequeñez, pero quizás porque podemos darnos el lujo de trascender la mera lucha por la supervivencia de la especie".

Según González Hesaynes "el poemario es una reflexión sobre nuestra propia especie desde diversas perspectivas y magnitudes, con voces ínfimas y hasta ridículas. En el monólogo-diálogo de 'Recuerdo de Mar de Plata' la criatura se reconoce en el Todo (divinizado) que, como parte de su proceso de división, anda en skate o vive como célula".

"Hay tres grandes materiales que participan directamente del libro: quizás el más importante es una serie de artículos enciclopédicos y de divulgación científica, que abarcaron desde biología celular y el origen del cosmos hasta el concepto de transhumanismo, que están ligados de modo muy fuerte con el proceso de escritura del libro y la macrohistoria que intenta contar", describe la autora.

Desde otra óptica incorpora un acercamiento a William Burroughs: "En mi caso fue a través de la película 'Naked Lunch' de Cronenberg, con quien comparto la idea de que el lenguaje es un virus. Y finalmente, hay un homenaje a 'Poeta en Nueva York', ese libro tan maravilloso y sorprendente de García Lorca".

A la autora ese texto de Lorca le dejó la idea "de que era el primer libro de poesía-ciencia ficción que leía, una fantasía postapocalíptica sobre una cultura enferma, que incluye una descripción de lo que sucede con el epicentro de la civilización occidental tras la caída de esa civilización en manos de aquellas fuerzas 'primitivas' que ha intentado dominar".

En el prólogo, el poeta Jotaele Andrade sostiene que se puede incurrir "en el riesgo de pensar en un tratado de vida microscópica al leer el título de este bello libro de poesía. No es así si lo pensáramos desde esa perspectiva unívoca. Es así desde la visión englobante de una totalidad donde el ser humano es, con las demás cosas, una ínfima situación".

"De todos modos -resalta- la biología nos explica, a través de la teoría endosimbiótica, que la mitocondria ha sido en algún momento de la vida protozooica una bacteria fagocitada por una célula hambrienta y que, he aquí, huésped y locatario desarrollaron una convivencia beneficiosa para ambos".

Según Andrade, "cada palabra utilizada por la poeta es medida en una doble vertiente: la riqueza semántica y la inteligencia. Poemas donde la inteligencia y el conocimiento se conjugan de manera admirable".

Para el poeta, "este libro puede leerse como el canto de una forma de existencia cuyo acto de fe (la protomemoria) es pendular: por un lado sabe que es en sí misma una minúscula realidad consciente en sí misma y, por otro, tiene una memoria que se desencaja de esa mismidad hermanándose, oscuramente, con otras formas de existencia".

"Hay una incesante mutación de formas de vida y existencias, incluyendo aquellas formas de no-existencia, donde se resignifica la protomemoria para volver a insistir desde el nuevo estadio hasta la próxima mutación y así hasta el infinito o la memoria infinita que se encuentra en 'la cifra categórica'".

sábado, 16 de enero de 2016

Cosmografía general

Dice en feis Laura Ponce
Ediciones Ayarmanot tiene el inmenso placer de invitarlos a la presentación COSMOGRAFÍA GENERAL, el primer libro de cuentos de Laura Ponce, publicado como ebook por Ediciones Outsider y ahora en papel, por Ayarmanot.
Presenta Quique Alcatena, participan Yamila BêgnéJuan Manuel Candal,Nestor ToledoAna Ojeda y Grendel Bellarousse.
La presentación se realizará muy cerca de Parque Centenario, en CASA BRANDON - CLUB CULTURAL, Luis María Drago 236 (a 1 cuadra y media de Av. Corrientes), el viernes 22 de enero a partir las 19.30 y hasta que las velas no ardan Emoticono wink
Los esperamos

Pórtico II en La Plata

Pórtico Encuentro de Ciencia Ficción
Publicado por Chinchiya Arrakena



PÓRTICO II: CONVOCATORIA Y PRIMERA CIRCULAR
La Plata 15 y 16 de Abril de 2016





Había una vez, hace muchos muchos años, en una galaxia lejana (¡momento!¡ esto me suena!) una lista de correo llamada Pórtico Ciencia ficción, cuando la gente todavía escribía e-mails. Al calor de esa lista, en la que participaban numerosos y entusiastas seres (no sé si todos eran humanos), se forjaron amistades, y con eso, vienen también las ganas de reunirse a disfrutar de las conversaciones en el mundo real.
Tiempo después, y con ese espíritu, nace Pórtico - Encuentro de Ciencia Ficción. En su primera edición, se realizó en Abril de 2015 en la Facultad de Ingeniería de la UNLP, con la idea de:
Objetivos:
• Generar un espacio de intercambio entre aficionados, artistas del género, e incluso para gente que no conozca la ciencia ficción
• Difundir la producción local, regional y nacional de ciencia ficción
• Fortalecer la relación entre el ámbito científico-tecnológico y la ciencia ficción

Este año, somos más ambiciosas. Este año vamos por más, y como ya nos agrandamos como pan en el agua, queremos un encuentro de dos días, donde la gente tenga dos opciones para venir, o venga los dos días. Por eso, viernes 15 y sábado 16 de Abril. Y este no es un agrande en la cantidad de horas, solamente: queremos crecer, por un lado, en los formatos que existen para plasmar ciencia ficción, y por otro lado, en las miradas que trae consigo.
Dentro de los formatos o soportes de la ciencia ficción, creemos que tenemos una gran deuda con todo lo que es gráfico. Si bien hubo gente trabajando en eso, queremos que sean más, que haya por ejemplo historietas y dibujantes en el encuentro. Y, ¿por qué no cine y fotografía?
Por el lado de las miradas, es inevitable notar que hubo muy poca presencia femenina, tanto en la participación como en las temáticas que se desarrollaron. Estamos inmersos, todos, en una ola de cambio e innovación social, ¿cómo es posible que eso no se vea reflejado en Pórtico? Siendo la ciencia ficción un vehículo para preguntarnos “¿qué pasaría si…?”, nos parece indispensable que el encuentro tenga un tinte multicolor, la mirada desde la diversidad de género.
Es por eso que hemos elegido este año una figura emblemática, de la misma manera que el año pasado elegimos a Leonard Nimoy, que representa estas ideas. Y buscamos una mujer fuerte, que hiciera papeles de jefa, de valiente, de científica… Una sola persona que reuniera esas condiciones no podía ser otra que: Sigourney Weaver.
También pensamos que hay una tríada que siempre se lleva bien: la ciencia ficción, el terror y la fantasía y no quisiéramos quedar en deuda con estos géneros. Si bien el núcleo de Pórtico sigue siendo la ciencia ficción, abrimos la puerta para que entren horrores y magia.

Hecha la convocatoria está. Ahora leer los detalles tú debes. Este es el encuentro que estás buscando.

Lugar: Facultad de Ingeniería (UNLP), Edificio central: 1 y 47, La Plata
Destinatarios: Personas de cualquier planeta, entre 12 y 199 años. Escritores, artistas y editores relacionados con el género de la Ciencia Ficción. Profesores, graduados, estudiantes, investigadores, bibliotecarios. Aficionados y curiosos en general.

Actividades:
Exposición multimedia de ponencias
Exposición de trabajos en posters
Mesas redondas sobre la temática, con invitados especiales
Talleres y clínicas
Radio en vivo
Feria de artículos de temática ciencia ficción
Muestra de arte y performances

El encuentro será abierto y no se cobrará entrada ni inscripción al público

Ejes temáticos:
• La relación entre Ciencia Ficción, ciencia y tecnología
• El desarrollo de temáticas sociales dentro de la Ciencia Ficción
• La Ciencia Ficción en diferentes manifestaciones del arte: la literatura, el cine y la televisión, los cómics, la música, la fotografía y otras expresiones artísticas
• Producción y edición de Ciencia Ficción en español

Fechas importantes:
1° de Marzo: Cierre de presentaciones de ponencias.
15 de Marzo: Notificación a los expositores de la aceptación de trabajos para exponer
15 y 16 de Abril: Desarrollo del Encuentro

Requisitos para presentación de exposiciones y para puestos de la feria: PEDIR INFO A portico.encuentro@gmail.com

Organizadoras:

Sofía Cos – Bibliotecaria Documentalista – Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP
e-mail: sofiabca@gmail.com
Buscame en FB como: Sofi Morocha

Juana Gallego – Ing en Electrónica, Coach Ontológico – Facultad de Ingeniería, UNLP
e-mail: chinchiya@gmail.com
Buscame en FB como: Chinchiya Arrakena
En twitter como: @silverchinchiya

Nos acompañan en la organización: Carlos Feinstein, Damián Gulich, Flavia Gómez Albarracín, Martín Casatti y Laura Ponce.

Además tenemos muchos colaboradores a los cuales les estamos muy agradecidas.

Contacto: portico.encuentro@gmail.com

¿Es la biología un statu quo?




soy
VIERNES, 15 DE ENERO DE 2016

¿De carne somos?

En 2004, el gobierno británico reconoció a Neil Harbisson como el primer Cyborg del mundo al acceder a darle un pasaporte en el que aparece con su prótesis. Una antena conectada a un chip en su cerebro le permite superar una condición de nacimiento (solo puede ver en blanco y negro): puede escuchar los colores. La prótesis ya no entendida como remplazo sino como ampliación de posibilidades de vida o de vidas, es una de las condiciones del concepto cyborg que hace años presentaba al mundo queer la teórica Donna Haraway. Ya hay una fundación en marcha para ayudar a la humanidad a ser cyborg.
 Por Laura Arnés
Neil Harbisson nació con acromotopsia, una rara condición visual que sólo le permite ver en escala de grises. Deseoso de conocer el color del pasto o del arcoíris, junto con el ingeniero informático Adam Montandon, ideó una antena -un tercer ojo electrónico, un apéndice finito y curvado como el de los insectos- que, implantada en su cerebro, le permite percibir los colores a modo de vibraciones, como frecuencias sonoras. Pero hay más: la sensibilidad de la prótesis le permite exceder las posibilidades de los cuerpos humanos, romper con alguno de sus límites. Es decir, Harbisson percibe una escala cromática mayor que nosotros, tan mundanos: los infrarrojos y ultravioletas son para él compañeros diarios -muy útiles, y lo digo en serio, para saber cuándo ponerse protector solar o para percibir la inusual aura invisible que acompaña a Al Pacino-. Además, la antena tiene un chip conectado a internet que le permite acceder a satélites. Así, Neil es uno de los pocos afortunados que pueden sentir los colores que hay en el espacio (porque el espacio que hay entre las estrellas y los planetas no es negro: hay un rango de colores que no llega a la tierra). Pero, además, este dispositivo le permitió a Harbisson derribar uno de los pares, una de las certezas, fundantes de la cultura Occidental, de nuestros cuerpos y su orden social: “Las personas no somos blancas o negras”, afirma, “venimos todos en diferentes tonalidades de naranja” (¡Si Michael Jackson lo hubiese sabido!). Después de un tiempo de portar antena se sucedió un cambio: Neil empezó a soñar en colores, su cerebro comenzó a crear las ondas sonoras sin necesidad de estímulos exteriores; su organismo comenzaba a entender el sonido como pigmento. Y, a partir de ese momento, de ese instante en el que no pudo distinguir más entre software y cerebro; de ese instante en que comenzó a sentir que el dispositivo cibernético ya no era un dispositivo sino parte de su cuerpo, extensión de sus sentidos, se convirtió no en un monstruo ni en un freak sino en un artista ciborg. Su cuerpo, así, perdió o corrió los límites de lo humano.

Antenas paradas

Neil no tiene miedo al ridículo, sin embargo, vivir con una antena no es tan fácil. Parece que obtener la aceptación de los demás fue su verdadero desafío. No sufrió sólo burlas y maltratos: ¿Qué pasa cuando quiere ir al cine? No lo dejan entrar porque piensan que está filmando, algunx también lo acusó de prácticas ilegales, fue hackeado y spameado y tuvo, por supuesto, problemas para que lo reconozcan, oficialmente, con un documento. Pero, finalmente, lo logró. En 2004, el gobierno británico lo reconoció como el primer Cyborg del mundo al acceder a darle un pasaporte en el que aparece con su prótesis. Y digo prótesis porque Neil, al igual que Stelarc, el polémico performer australiano que podría pensarse como su antecesor, concibe sus creaciones a partir de dos premisas que no explícita pero que están presentes en su discurso: el cuerpo humano es obsoleto (básicamente, necesitamos un upgrade) y las prótesis no son signos de falta sino síntomas de exceso. En este sentido, lo prostético no reemplaza una parte faltante o incapacitada del cuerpo sino que amplifica las formas de las corporalidades y sus funciones.
Neil, ahora, puede escuchar a un Picasso: la pintura se convirtió en concierto. Del mismo modo, la eterna e incesante orquesta que escucha (y que al principio le provocaba jaquecas) es traducida en cuadros irisados. Las voces también son transformadas en coloridas imágenes geométricas (parece ser que el discurso de Hitler se ve más bello que el de Martin Luther King). A su criterio, las góndolas de limpieza de los supermercados tienen la sonoridad más hermosa –más que un bosque y más que un mar- y hasta compone música con la comida en su plato. Ver a modo de notas musicales, sin lugar a dudas, modificó su modo de relacionarse con el mundo. Los premios no se hicieron esperar: la comunidad Europea lo laureó en el área de las artes y de la innovación tecnológica. Y, además, en el 2011 fue trending topic de Twitter después de una conferencia que dictó en México (a la que asistieron más de 7000 personas).
A partir de estas experiencias, junto a Moon Ribas, la coreógrafa y activista Cyborg que comenzó experimentando con sensores de movimiento instalados en su cuerpo hasta ampliar sus percepción espacial a 360 grados y a muchos metros debajo de la tierra, ya que está conectada a sensores sísmicos que la hacen vibrar constantemente (confieso que me agota el solo pensarlo) creó, en 2010, la Fundación Cyborg.

La Fundación

Esta organización tiene una meta sencilla: “Ayudar a los humanos a convertirse en Cyborgs”. Los principales objetivos de la fundación son tres: extender los sentidos y las capacidades humanas creando y aplicando extensiones cibernéticas en el cuerpo, promover el ciborguismo como un movimiento social y artístico y defender los derechos de los Cyborgs. Los sentidos que les interesa desarrollar, por lo menos en una primera instancia, son: la retrovisión, el sentido electromagnético (que permite detectar el norte, como una brújula, para no perder el rumbo) y la oreja infrasónica, que puede percibir desde erupciones volcánicas hasta la comunicación de los elefantes (y que no quepa duda: para toda oreja llegará el grito). En este punto, pienso en Kevin Warwick, el creador de Proyecto Cyborg (1998), quien se comunicaba telepáticamente con su esposa a través de un par de chips implantados en sus sistemas nerviosos, y me aburre un poco la conexión monogámica y controladora.
Si yo pudiera elegir, me quedo con el poder de la inmortalidad, como la Mujer Maravilla o, mejor aún, quiero manipular las feromonas –al estilo Zorra Carmesí- y estimular intensas atracciones sexuales (la capacidad de auto-detonación de Nitro es la que menos me copa, la verdad). Por supuesto, como siempre sucede, hay oposición: los poderes que se consideran sobre-humanos dan miedo (aunque generen fascinación) y, además, los debates se matizan con discusiones en torno al poder de las empresas. “Stop Cyborgs”, una organización nacida al calor de la polémica que provocaron el Google Glass y “otras tendencias cibernéticas”, es un ejemplo. Llamativamente (o no) los términos con los que Harbisson suele defender los deseos cibernéticos hacen eco en aquellos discursos que la comunidad LGBT tiende a usar al momento de defender los propios: “Oír mediante conducción es algo que los delfines hacen, una antena es algo que muchos insectos tienen, y saber dónde está el norte es algo que los tiburones también pueden detectar. Estos sentidos son muy naturales; todos existen ya, pero ahora podemos aplicarlos a los humanos.” Parece ser que siempre hay que volver a la naturaleza para justificar quien unx es o quien unx quiere ser, por más contradictorio que parezca. Cada unx explicará o justificará las cosas como mejor le resulte. Sin embargo, a mí, la definición de la feminista Donna Haraway me basta: el Cyborg es una imagen condensada de imaginación y realidad material. Seré naif o ilusa pero hoy, cuarenta años después del Mayo Francés y en un contexto que se perfila opresivo, me sigue provocando el lema “la imaginación al poder”.

¿Seremos todos Cyborgs?

Entiendo que este artículo puede parecer producto de una fantasía inspirada en algún guión de ciencia ficción ciberpunk al estilo Dark Angel (tal vez recuerden esas hordas de Cyborgs -bellisimxs y superpoderosxs soldados yanquis- creados y criados por inescrupulosxs ingenierxs genéticxs). Pero si pensamos retrospectivamente, es posible que la serie en cuestión estuviese cristalizando lo que la ingeniería militar venía trabajando desde hacía décadas. Y si algo está en el imaginario bélico también está en el campo del arte, un espacio mucho más inspirador, en el que el futuro, indefectiblemente, siempre se anticipa.
Creo que queda claro: ser Cyborg no es ser mitad humano y mitad máquina, como un Terminator. Da cuenta, más bien, de la fusión entre cibernética y organismo. La tecnología ya no se usa ni se lleva sino que se ES tecnología. Podemos considerar esto de, por lo menos, dos modos distintos. Por un lado, el Cyborg como esa figura que, mediante la actualización tecnológica extrema y permanente, procura la abolición de las distancias geográficas y de las limitaciones de los cuerpos. Básicamente, podríamos pensar que se construye en respuesta a tres preguntas: ¿qué es lo que realmente queremos ser y hacer? ¿Es la biología un satu quo? Pero, sobre todo: ¿Por qué mantener la forma y sensibilidad humana si es defectuosa?
Por otro lado, desde un punto de vista feminista, el Cyborg sería una entidad que establece conexiones; una metáfora de la capacidad de interrelacionarse y de la comunicación global que implica, al mismo tiempo, en tanto sujeto inesencial, el borramiento de las distinciones categoriales en las formas de los cuerpos (humano/máquina; naturaleza/cultura; varón /mujer). Los Cyborgs promoverían, así, una familia otra frente a la supuesta estabilidad humana. En un sueño utópico, Donna Haraway decía en el año 1988: “El cyborg es una criatura en un mundo postgenérico”. Y tal vez tenía razón. Me encantaría que tuviese razón, pero no estoy segura. Porque las nuevas tecnologías no son agentes transparentes ni medios democráticos que eliminan el problema de las diferencias sexuales o de las jerarquías de clase.
“Todos estamos camino a convertirnos en Cyborgs biológicos”, insiste Harbisson. Y, abonando este punto de vista, Sterlac explica que ya somos sistemas operativos extendidos: “tu teléfono sabe a través de un GPS que estás por llegar a tu casa y enciende las luces y la calefacción”. Los entiendo: pero yo soy sudaca, mujer, bisexual y vivo de mi escritura. No tengo plata para ponerme una antena, no soy la feliz poseedora de un GPS, ni de una mac ni mi casa se conecta con mis deseos. “Chupame el código”, no es una frase que refiera a mi realidad (chupame el cuil podría ser, pero no me excita, la verdad) y “me estoy quedando sin batería” sigue siendo, para mí, una metonimia y no una afirmación literal. Sin embargo, soy parte activa del sistema médico (tomé pastillas anticonceptivas y mi cuerpo fue modificado por las biotecnologías), a veces uso dildo, mi notebook es mi extensión física, y desde hace quince años convivo con mis lentes de contacto (mi cerebro ya no distingue entre vista “original” y corregida). Entonces me pregunto, y no estoy siendo original porque esto, también, ya lo anticipaba Haraway: a esta altura del partido ¿no somos todxs criaturas pos-orgánicas? ¿no somos todxs animales sin clase? ¿híbridos productos de diversos cruces? ¿nuestros cuerpos no toman acaso la forma diversa de los diversos proyectos socio-políticos en los que se inscriben?
“Ser Cyborg es algo que todos deberíamos desear”, sostienen Moon y Neil, “todos deberíamos tener el deseo de percibir aquello que no podemos. Si ampliamos nuestros sentidos, ampliamos nuestro conocimiento, nuestra percepción del mundo y cambiamos nuestro comportamiento”. Sin lugar a dudas suena bien, aunque un poco megalómano y también inocente. Porque, antes que nada, el ciborguismo debería obligarnos a repensar lo político y las diferencias. Como decía Haraway, debería ser un canto al placer en la confusión de las fronteras pero también debería serlo a la responsabilidad en su construcción. En este sentido, el Cyborg no puede ser, pienso yo, un despliegue grandilocuente e irreflexivo del que tiene acceso a lo mayor y mejor (a lo más extremo, a lo más único, a lo más absoluto, a los subsidios más gordos) sino una reflexión situada en torno a las exclusiones. La defensa del ciborguismo debería implicar un derrumbe del sujeto moderno y de las categorías dicotómicas que le dan forma (es decir, debería implicar también una reflexión sobre el género y el sexo así como también de la clase). En este sentido, sería alucinante que el Cyborg tomase la forma material de la lucha contra el poder y las diferencias. Porque si el monstruo tecnológico se convirtiese en promesa, nosotrxs, todxs, seríamos sujetxs potenciales de una posible revolución. Nos convertiríamos, entonces, en una manada queer y ciborg, en una Liga de la Justicia: lxs Súper amigxs en acción.





tomado de http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-4353-2016-01-15.html

martes, 12 de enero de 2016

Pensar-narrar todas las posibilidades de lo humano

"Cuando hablamos de ciencia ficción, la literatura, más que nunca, necesariamente se problematiza en su relación con la epistemología y busca fundar otras ontologías. De ahí que para Cohen narrar equivalga a “estirar un pensamiento en todas las direcciones” (Cohen 2003: 185).
En este sentido, pensar-narrar todas las posibilidades de lo humano (leitmotiv histórico del género) llevando el concepto de lo humano al límite de lo no-humano significa, por propiedad transitiva, pensar también en ese mismo sentido otras formas de la comunidad, de la epistemología, de la relación con lo divino; pero fundamentalmente,
vislumbrar relaciones inadvertidas entre estos términos que se encuentran cuando sus dominios se redefinen en ese juego de límites.
Es por eso que cuando hundimos las manos en la ciencia ficción resulta improductivo (y hasta contraproducente) aferrarnos a ciertos lugares comunes en relación con la especificidad de lo literario. En ese terreno de lo in-fundado y de lo por-fundar se mueve la narrativa de Marcelo Cohen: ahí donde la literatura juega a sacarle las banderas a la ciencia y se propone a sí misma como creadora de órdenes de realidad y como modelo de explicación-fundación de lo real."




Martínez, Luciana
Marcelo Cohen: Las fundaciones de la ciencia ficción
Orbis Tertius
2013, vol. 18 no. 19, p. 79-89



Tomado de http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.5991/pr.5991.pdf

martes, 5 de enero de 2016

Poesía y ciencia-ficción en Jotaele Andrade

Leí anoche el poema que voy a copiarles ya aquí abajo. Dentro del libro Los metales terrestres que me había deslumbrado hace unos días en mi media lectura y ahora terminó de volarme la peluca. Pensé qué rara era para mí esta poesía enorme, grandilocuante porque es grande y se agranda en el decir, llena de cositas diminutas que se unen para explotarte adentro y afuera y por todos lados. Pensé que mi poesía nunca es así de decidida, que me escondo en la ironía, incluso en la alegría y en la burla, que nunca mi poesía dice sin pudor, así como la de Andrade, tan desnuda y entregada.

En este poema en particular me llamó la atención, primero, el verso casi final que habla de "planetas extintos". A partir de él empecé a ver que tenía muchos elementos CF: elementos maquínicos, futuristas, utópicos, distópicos, paisajes interestelares, imágenes terroríficas, dobles realidades, resoluciones fantásticas, aires apocalípticos. Se los copio y después vemos:


La infinita soledad


a Penélope Carrera


pregunto como si diera
cuchilladas
en la vida

como si hurgara
en mi propia carne
buscando el hueso

¿hubo una vez una música
que no reventara como un globo
o una fruta
contra la cara de mis días?

¿hubo ya
un hombre en mí
que desandara
hasta su niño
y le pidiera perdón
por ser él
-yo mismo
apenas un grito
entre el chirrido de las máquinas
que montan y desmontan
cada día
los escenarios del mundo?

oh amor
el desconsuelo bate sus alas imprecisas

hace frío

hace mucho frío

y no pregunto por el sol
por la fogata donde cantan
y beben
amados inciertos o perdidos

no pregunto por el aire herido por las balas

yo sé que si pudiera
arrastrar la tierra de mí mismo
acabaría en mí

y habrían los mismos paisajes
el mismo caballo dando vueltas
alrededor de su sombra

el mismo niño
azorado por las arañas
y el paso de la muerte

bien sé que me llevo
con la resignación de aquello que se amó
y ha muerto
y permanece
todavía
como un sueño
como un roce furtivo

como una memoria que se reconoce
todavía

oh si las orejas fueran rotatorias
la música se escucharía diferente

seguiríamos el sonido del misterio
ya no como una moneda que resuena hasta silenciarse
ya no como un crujido en la tiniebla

sino como un cántico que nos canta
y que cantamos
al unísono

y acaso
entonces
nos bastara
comprender
que preguntamos por todos los planetas extintos
a lo largo de la infinita soledad
que nos habita





Cada vez que lo leés es más genial. Mirá:
Yo veo gore cuando dice:


pregunto como si diera
cuchilladas
en la vida

como si hurgara
en mi propia carne
buscando el hueso


Fantástico en:

¿hubo una vez una música
que no reventara como un globo
o una fruta
contra la cara de mis días?



La misma idea de Viaje a la semilla de Carpentier en:


¿hubo ya
un hombre en mí
que desandara
hasta su niño



Mundo ciberpunk:


apenas un grito
entre el chirrido de las máquinas
que montan y desmontan
cada día
los escenarios del mundo?



Distopía del día después del fin del mundo:


hace frío

hace mucho frío

y no pregunto por el sol
por la fogata donde cantan
y beben
amados inciertos o perdidos

no pregunto por el aire herido por las balas


Mundos paralelos:


yo sé que si pudiera
arrastrar la tierra de mí mismo
acabaría en mí

y habrían los mismos paisajes
el mismo caballo dando vueltas
alrededor de su sombra




Terror zombi en el amor muerto que te roza apenas:

aquello que se amó
y ha muerto
y permanece
todavía
como un sueño
como un roce furtivo




Cuerpo cyborg:


oh si las orejas fueran rotatorias
la música se escucharía diferente



Terror:


como un crujido en la tiniebla


Épica mística:


un cántico que nos canta
y que cantamos
al unísono



Mundos futuros o ucrónicos:


todos los planetas extintos
a lo largo de la infinita soledad
que nos habita




Por ahí me animo a escribir sobre esto en el próximo Frikiloquio.

lunes, 4 de enero de 2016

Alucinadas y elegidas por Gilgamesh Barcelona

Laura Ponce ha compartido la publicación de Cristina Macía.
3 min
En este mismo momento, entre los elegidos de Gilgamesh Barcelona... Emoticono grin
La Antología ALUCINADAS, convocada por iniciativa de Cristina Macía, editada por María Leticia Lara Palomino y Cristina Jurado, con prólogo de la editora norteamericana Ann VanderMeer, publicada en España por Palabaristas (digital) y Sportula (en papel), y muy pronto traducida al inglés como SPANISH WOMEN OF WONDER, con traducción de Sue Burke.
Cuentos de: Teresa P. Mira de Echeverría – Rockwell HopperFelicidad Martínez HerrerosLaura Ponce, Yolanda Espiñeira, Nieves Delgado,Lola Robles MorenoSofia RheiLayla MartinezMarian WomackCarme Torras, y Angélica Gorodischer

domingo, 3 de enero de 2016

La tía Inés vuelve recargada

Bueno: con alguna noticia hay que iniciar el año:
La historia de mis antepasadas en Entre Ríos, la que inició como cuento en 2010, se desarrolló como novela en 2011, fue abandonada y renacida como poemas en 2015, acaba de encontrar una veta CF que la hace menos autodensa, menos autoredundante y hasta me permite, creo, alguna fusión con historia épica feminista que no quería avanzar. Tampoco le pongan tanta expectativa, pero estoy contenta. El título del archivo de Word (y eso no significa nada) es Concordia no tiene futuro.